12 de octubre
12 de octubre
RR: No me impresionan demasiado los progresistas tardíos, los anticapitalistas burgueses apolillados, los boludos grandes que juegan al mayo del 68, los activistas digitales llenos de razón y agresión contenida. Además me considero un hombre de izquierdas, mucho mas de lo que esa caterva va a serlo en toda su vida; son burgueses aspiracionales, cachorros de una clase media, no pisaron la calle en su vida ni representan al proletariado ni a los oprimidos ni a nadie. Soy un hombre de mi tiempo aunque eso me haga ver como un reaccionario por miopes de la vida, por no decir ciegos mentales con diarrea dialéctica pobrísima.
FCH: Si mal no recuerdo, renunciaste públicamente a la progresía imperante, cuando la lucha por la igualdad entre hombres y animales contamino de ridículo a cierta porción, en el fondo privilegiada, de la población citadina.
RR: Cierto que si. Además fui educado para detectar los fascismos y estar atentos a sus mascaras, las distintas formas de manifestarse según los cambios que imprime el tiempo, el acomodamiento, la tecnología y los vicios de la sociedad.
FCH: Los hay que buscan desesperadamente una identidad moralista, los que perdieron el sentido del humor y el sentido común al mismo tiempo.
RR: Fuimos bien educados para desconfiar de los nacionalismos en sus variopintas expresiones, sabiendo que los extremos son opuestos pero parecidos en las peores cosas, que detrás de aparentes ideologías se esconde el deseo catártico de pertenecer o romper escaparates.
FCH: Somos un radar para detectar fascistas, a nosotros no nos engañan con un vulgar catalogo de palabras bonitas. La independencia sin libertad no existe, cualquier manifestación de intolerancia debe ser reprimida por la fuerzas de la inteligencia, la materia gris. La dignidad.
RR: La realidad es un globo, opulentos europeos se dividen alegremente entre aquellos que reivindican su identidad, pero esta misma identidad se fragmenta en culturas, regionalismos y luchas provincianas de origen burgués, en algunos casos son luchas invisibles encarnadas por adolescentes en pleno estallido hormonal que emplean desaforados una desinformación infantil que haría sonrojar al mayor cínico.
FCH: Antes se creía que la revolución no seria televisada pero ahora mismo … Hay que conformarse incluso con menos . Una caricatura de revolución se manifiesta furiosa en el lecho virtual de una vida desintegrada que todavía no empieza. Adolescentes que no leyeron ni el pie de fotos de los periódicos, alimentados a golpe de una demagogia de la que Goebbles estaría orgulloso.
RR: Y los boludos grandes se apuntan sin ningún pudor. Lamento que llame la atención si alguien sorprende con argumentos originales, propios, instalados en alguna clase de lógica universalista, francamente solidario, bien insertado en la realidad del mundo o unos mínimos de base cultural, literaria o científica, quitando a universitarios vehementes, haciendo gala de los libros que leyeron cursando materias humanistas en facultades que pagan sus padres profesionales de clase media. Jamás se pronuncia nadie que represente al campo, al sector agropecuario o ganadero, nunca un trabajador ni alguien preocupado por llegar a fin de mes. Estamos en el patio de colegio de las ideas.
FCH: Ca …
RR: Caramba
