Garrapiñadas
Tertulias: Garrapiñada
RR: En una importante ciudad cuyo nombre prefiero obviar, respetando la dignidad de quien corresponda, el gobierno, de claro signo anti-sistemas (corriente que también puede interpretarse como “populista”) prohibió la venta callejera de garrapiñadas.
FCH: ¿Por irregularidades sanitarias?
RR: No. Por alimento hipercalórico sospechado de peligrosidad saludable.
FCH: Caramba, la mitad de los alimentos envasados o comerciales podrían considerarse como peligrosos para la salud. Desde ya, aquellos que contienen porciones de conservantes, azucares, carbohidratos, etc.
RR: Incluso la vida sedentaria, sentarse demasiado tiempo a leer o ver televisión.
FCH: Me pregunto como es que mandatarios tan disparatados llegan a gobernar en un país donde gusta la garrapiñada casi tanto como fumarse un pitillo en sitios en donde el humo esta permitido, solo por mencionar dos costumbres habituales.
RR: Entiendo que con el colaboracionismo de otras fuerzas políticas que, sin suficientes votos para gobernar por si mismos, negocian condiciones imprudentes con tal de percibir sueldos…
FCH: ¿Para ellos, o también para primos y cuñados?
RR: No lo se, Fernando, pero tu pregunta es poderosa, es casi una afirmación.
FCH: Por lo menos no llamaron a referéndum para que la población se pronuncie a favor, o en contra, de la venta callejera de la dulce golosina artesanal.
RR: Quizás sea factible llamar a consulta popular para reclamar por la libre existencia y circulación de la garrapiñada de almendras.
FCH: Creo que capto la ironía.
RR: ¿Ya dije que estamos entrando de lleno en una nueva edad media invertida, intolerante y espantosa?
FCH: Es posible que si.
RR: Caramba.