Dias intensos para Riggan & Fernando

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Dias intensos para Riggan & Fernando

Días intensos para Riggan y Fernando

“Una patente exageración de fanático, de las que desacreditan una buena causa”
César Aira

RR: Que días intensos, casi no puedo terminar un relato de Cesar Aira. Aunque es verdad que tiene momentos de laberinto borgeano, es una lectura muy amena y son apenas páginas. Termine la novela francesa y puedo contarte el final: No sabemos si realmente se suicida o si solamente su cuerpo es materia consustancial fundida con la naturaleza y la soledad. Ayer comimos con Los Mongoles y estamos de acuerdo en tantas cosas; los años nos hacen parecidos o aprendemos a poner la inteligencia en su sitio; una mesa de opositores pero desconfiados con las “recetas” del populismo en el cual, la verdad esta para ser dicha, muchos creen a rajatabla, quizás mas por “afectos comparativos” que por el discurso en si mismo. Siempre según mi modesto entender.
FCH: Si, ya me había dado cuenta. En Argentina se les llama Los Emocionales, los partidarios que responden al rechazo de las practicas neo liberales, la derecha o cualquier sistema que incluya desatenciones a lo que entendemos como cultura razonable y sostenible, así en lo social como en lo puramente cultural, entendiendo por cultura el concierto de costumbres y actividades del grupo social. Y también la otra cultura, la especifica. Quizás estoy generalizando un poco pero tampoco puedo analizar en forma particular la pasión de millones de personas de cada lado de la grieta, a los del medio y a los sumergidos.
RR: Caramba, si (no) … Ayer nos despertamos en estado de shock por otra noticia trágica aunque honorable. Allen Toussaint, actor fundamental del panorama musical de New Orleans, dio su ultimo concierto en Madrid, en el entrañable Teatro Lara, y se fue de este mundo súbitamente en el hotel donde le hospedaron. Esa misma noche.
FCH: Me recuerda a la siesta final de Atahualpa Yupanqui en Nimes, Francia. Estaba probando sonido cuando pidió retirarse a descansar un poco y … quedo dormido para siempre.
RR: Podemos llegar a distintas conclusiones; morir con las botas puestas, disfrutar de las pequeñas cosas de todos los días, incluso la importancia de una rápida despedida de este mundo, sin prolegómenos ni padecimientos, sin anunciarse a la llamada final, sin agonías …
FCH: Terminar de vivir de golpe es como pegarse un tiro pero con el factor sorpresa.
RR: No me gustan las sorpresas. Ahora entiendo porque no me gustan.
FCH: Caramba, como sorpresa no es gran cosa, pero abandonar este mundo en un instante y con las botas puestas, tiene algo de honorable e inmediato.
RR: La idea del suicidio tendría que ser mas frecuente y menos tragica, hay que perderle miedo al asunto de quitarse voluntariamente la vida. No me parece patético pensar en eso. Es como la atracción magnética del abismo.
FCH: Caramba, Redondo … Que mañanitas me trae usted.
RR: Fernando, no. Estoy vital y conforme con la vida que me ha sido otorgada, ni me incomoda mas de la cuenta el concierto disparatado que ofrecen los días (o semanas) previos a las elecciones. Te confieso que pensar en los boletos para ver a Prince en el Liceo de Barcelona me tiene tan ocupado como pensar en el destino de las naciones, aunque para serte franco le dedico bastante tiempo a la reflexión política. Lo sabrás.
FCH: Prince en el Liceo y el futbol clásico, es que usted se quiere dar todos los gustos.
RR: Me desperté soñando que era un perro, una mascota domestica. Que angustia, todo lo veía como un perro, todo era distinto; la ciudad, los colores. Intentaba encontrar mi casa o a mis protectores dueños y “a lo perro” intentaba definir una posible ruta inversa de hogares y dueños anteriores para llegar a destino. Creo que había algo de romántico en mi sueño pero francamente no soy de interpretar la materia onírica, aquello de lo que los sueños están hechos.
FCH: Entonces el destino del perro amado por los aficionados a la esclavitud canina … No es agradable.
RR: Verlo todo como un perro era bastante terrible.
FCH: Y la vida tranquila, austera y cultural, también es ajetreada.
RR: Di que si! Flamenco el viernes, teatro el sábado. Todo con alegría y comilonas, con encuentros entrañables de importancia humana y cultural. Mi lucha por conseguir asientos para el futbol y la noche del lunes que termino siendo un capitulo de la historia, dignísimo pero dramático considerando que fue el ultimo concierto de una vida llena de pianos y música.
FCH: Aunque acordamos que, si fuéramos lo suficientemente heroicos (y ansiosos) como para programar el destino final, preferiríamos la súbita de Belmonte o las botas puestas de Allen Toissaint o Domingo Cura.
RR: Ya lo dijo Bob Dylan.
FCH: Bob Dylan lo dijo todo.
RR: Pues si.
FCH: Entonces …
RR: En cierta ocasión, quizás irritado por la calidad de las preguntas que le hacían, seguramente a propósito de sus discos (de contenidos) endilgados al rencor de las separaciones sentimentales, Bob dice: “Si hubiera estado realmente mal tenia suficientes ventanas abiertas para elegir una y terminar con todo en cuestión de segundos.”
FCH: Un potencial Belmonte, Kawabata, Sandor, Hemingway, Foster Wallace, Cobain y un largo etcétera.
RR: Hace años le comente a mi padre que estaba leyendo a tres autores suicidas y le dije quienes eran; resultaron ser un japonés, un húngaro en el exilio californiano, y un estadounidense de mi edad …
FCH: …
RR: “En Japón, suicidarse no es gran cosa¨. Me dijo mi padre.
FCH: Tu padre jamás dijo una palabra de mas ni de menos.
RR: Caramba.