Vírgenes
Vírgenes
RR: Una campaña viral fuerte (en el off line y en el on-line) puede convencer a cualquier cosa al individuo “correcto”, una persona sensible (o todo lo contrario) pero permeable, capaz de alegrarse por las heridas sangrantes de otra persona humana (como los anti taurinos celebran las heridas de los toreros lastimados en la plaza, lo vemos con cierta frecuencia, cada vez que un torero resulta herido en el cumplimiento de la liturgia tauromáquica) … decía que: una campaña viral puede reclutar fieles mas allá de la razón aparente.
FCH: Si con fotos truculentas pueden reclutar a ejércitos virtuales de fanáticos animalistas que no contemplan el sacrificio de cientos de millones de animales por día, la existencia de carnicerías y restaurantes, los zapatos de cuero; pero son capaces de insultar, amenazar de muerte y celebrar las heridas de otras personas, todo para una idílica salvación de seis toros en una tarde; entonces también se pueden reclutar fanáticos suicidas dispuestos a asesinar o inmolarse en nombre de la razón anti imperialista o la ofensa sistemática a la fe religiosa, invasión de territorios, etcétera.
RR: Los animalistas turbios se oponen a lo que no conocen pero no es el punto; celebran las heridas de otras personas y están descontextualizados en un delirio “místico” en donde todo esta permitido, empezando por el insulto, el deseo de hipotéticas heridas provocadas por asta de toro en las carnes de los hijos de aficionados que sencillamente se sientan a ver corridas de toros. Literalmente es así.
FCH: Aprendimos que casi todo es posible en nombre de la fe religiosa, todo menos ganarse el cielo inmortal incluido un harem de vírgenes disponible y dispuesto. Que yo sepa nadie volvió para confirmar esta teoría furiosamente defendida por los hombres de fe.
RR: Caramba, hasta el advenimiento de la ciencia y sus explicaciones paganas, dios (Dios) era la explicación para todo, desde la creación del universo (una teoría que no terminamos de descartar del todo) hasta la vida misma, un caso en donde la intervención de las cigüeñas también es considerada posible.
FCH: Es demasiado lógico suponer que existas rescoldos de fe ciega en determinadas cosas, aunque también se pueden abrazar religiones por cinismo o conveniencia, incluso para salvar la vida y las carnes propias.
RR; Si hay animalistas dispuestos a celebrar las heridas de un torero, si lo hacen constantemente y abstrayéndose del disparate que supone aislar la muerte brava de seis toros del conjunto de vidas que la civilización se cobra ya sea en hambre, en guerras, en laboratorios o en mataderos … No debería llamar la atención que existan fanáticos dispuestos a llegar al siguiente nivel, de echo existen y … pasan al siguiente nivel … Sembrando el horror fuera de las redes sociales sospechadas de ser auténticos viveros de fanáticos, en algunos casos occidentales, como los que ayer regaron Paris con sangre.
FCH: En teoría los animalistas mas radicales también quisieran matar a los libres consumidores de carne y/o a los aficionados, ganaderos y toreros. En teoría nos consideran asesinos y se comportan como verdaderos desquiciados sedientos de venganza.
RR: Buscar una explicación es psicoanalizar el terror si consideramos que el caldo de cultivo de la violencia es internet en la misma medida que pueden ser las mezquitas.
FCH: No me queda claro si los animalistas mas radicales están dispuestos a ofrecer su vida suponiendo que allá arriba les espera una eternidad condimentada por una tropilla de vírgenes dispuestas a ofrecerles mas que la furia virtual habitual, otras sensaciones mas apropiadas para la carne, valga la redundancia y la contradicción entre lo etéreo, lo divino y lo humano; esa extraña convivencia.
RR: Caramba