Apenas unos apuntes
“En España los marginales son adictos que se pinchan y migrantes que llegan con nada y sin hablar el idioma, pero doscientas mil personas votan a un partido que defiende a los animales. ¿Quiénes son los “animales”? La cacareada “superioridad moral de la izquierda” (ahora mismo) es inquisitorial y medieval, no considera progresión alguna para la conservación de valores cultural; prohibir no es humanista ni es animalista. Con la gastronomía en auge, el Partido Animalista (es para reírse o llorar y no termino de distinguir la diferencia) debería proponer -a la aristocracia gastronómica- que piense en una “ingeniería de la comida” que permita comer al mundo. Pero están enfocados en prohibir algo que desconocen y odian. Lo conocen de odiarlo y así llegan al congreso y al Facebook de la gente que, por lo visto, no tiene nada mejor que hacer. En España la izquierda (actual) bien debería tener un perfil cultural distinto y prioritario, porque la crisis económica (desempleo y desahucios) es un problema del capitalismo que el capitalismo tiene que resolver aprendiendo a cambiar, reformulándose hacia un sistema solidario y social que los emergentes en España no consideran porque están ensoberbecidos ejerciendo la cacareada “superioridad moral” de una izquierda (actual) que se presenta, siempre según mi modesto entender, frívola.
La llegada de los rastafaris y los animalistas al congreso seria un buen chiste si no fuera cierto. Europa (a grosso modo) no es un continente en llamas como África o algunas regiones de medio oriente, y no tiene los dramas de México o Argentina donde es complicado comer, incluso vivir y sobrevivir. Burgueses imponiendo el rigor inquisitorial a los aficionados tauromáquicos, que son el pueblo llano y la gente real que camina por la calle en un mundo carnívoro donde se permite el hambre y la guerra es una noche negra que llega para adormecer la conciencia solidaria y despertar instintos dudosos de desprecio por aquello que no se entiende. Mientras tanto la langosta va a morir (viva) en agua hervida (hirviendo cocida), pero el pecado de la langosta es ofrecerse como alimento de unos pocos que celebran la tendencia de una gastronomía que no se plantea una ingeniería social que permita comer a mas gente así como supongo que existen economistas que (si) estudian la teoría de una economía sostenible que permita comer al mundo. Ocurre que se impuso otra economía, que se da a conocer como como liberal extrema (o la de Friedman) y un sistema bobo y cruel consistorio en desenfocarnos de lo que importa que es la libertad y la igualdad. No somos iguales a los animales, quizás seamos peores en algún aspecto pero … los comemos, los adoptamos como mascotas, juguetes castrados; los usamos como materias primas para ropa … Que doscientas mil personas hayan votado por la fuerza animalista y no hayan doscientas mil personas llorando por aquellos que van a morir de hambre mientras leemos este párrafo … es criminal, es frívolo .. Es europeo y ridículo. Y cruel. Siento que hay gente diseminada por todo el mundo que se comporta de la siguiente manera: No saben leer pero detestan la literatura, querrían quemar las librerías y bibliotecas, prohibir la lectura y después quemar los ojos de los posibles lectores o defensores de la literatura, dejarnos ciegos … echando espuma por la boca los justicieros en contra de los “horribles libros”.
Así veo yo a los anti taurinos, animalistas, frívolos comedores de langosta (hervida viva) o como quieran llamarse … Porque son ustedes. Elijan el nombre que mas les gusta : inquisidores, disparatados, crueles, bobos, anti sistemas, superficiales, pirómanos de bibliotecas que no saben leer … Y tengan una feliz navidad.”