Resumen 2015
“Se termina un año interesante y complicado para mucha gente aunque no tanto para mi; empecé el corriente (año) de vacaciones en Uruguay. Curiosamente casi ni recordaba la ultima vez que había estado tranquilamente (y vacacionando) en las costas marinas del sur en contacto con el aire salino, el agua salada, la arena y las noches frescas. En aquellos días corregí lo que seria mi primer libro de autor, Paracaídas y Vueltas; un trabajo artesano que me gustó mucho hacer; volver sobre cada texto para reescribirlo en la medida que fuera necesario o importante; mientras tanto leía un divertido catalogo de incorrecciones de Jon Waters (el obispo del trash) y a Manuel Chavez Nogales (El hombre que estaba allí), dos libros contrapuestos pero muy recomendables, el catalogo de “incorrecciones interesantes” del director de Pink Flamingo y la desventuras del bailaor viviendo en la Rusia revolucionada hace un siglo. Dos libros para la libertad. Fueron días esplendidos en la playa, con la entrañable amistad de Tío Federico Marismo y en reencuentro formidable con las celestiales playas sureste. En tanto pasaban los días, confirmamos la edición de Hijos del Pueblo con mi compadre Enrique Bunbury, el live álbum que contiene aquellos duos que celebramos en nuestra esplendida gira por Mexico en octubre y noviembre el año anterior al que ahora termina. Después ofrecimos conciertos en dos festivales importantes, en Cosquín (Argentina) y Bogotá. Hice una serie de viajes a España para presentar el libro en San Jordi y firmar ejemplares en la feria del libro; mientras preparábamos el concierto que dimos antes de la gran presentación de Bob Dylan en la recuperada plaza cubierta de San Sebastián-Donosti. Preparamos el repertorio con German Wiedemer en una oficina que nos prestaron en Rommaphonic. Fue quizás la ultima de las Rommaphonic Sessions, ya que en el mismo estudio (aunque en instalaciones apropiadas y ya no en la oficina) habíamos estado grabando para “Infaméxico” (lecturas universales y mexicanas de Infame), además de una grabación completa (una composición propia) para Canción de Amor de un Día (la mega construcción de Javier Corcobado que recomiendo mucho seguir y prestar atención porque lo merece y siempre vale mucho la pena), y dos featuring para Enrique Heredia “El Negri”, el dinástico artista flamenco y amigo mío, de pedigree y arte incontestable: Enrique fue de gira con Paco de Lucia y pertenece a los Heredia, una de las grandes familias del arte flamenco y gitano en España. En estos viajes pude, finalmente, volver al toro en la Feria de Otoño y en Zaragoza, según volvía recuperaba un poco de tiempo-toro perdido en un reencuentro siempre entrañable con la amistad y el respeto del sector; tentaderos en Guadalix y Extremadura, el Festival de La Puebla, la Feria de Otoño; el reencuentro permanente con Alejandro, José Antonio y Alberto López que se destapo como la gran revelación y figura del año taurino en una serie de triunfos encadenados de gran categoría y valor. Fui al campo y a los toros, siempre como amigo y fotógrafo aficionado. Firmamos libros (aquel que corregía en la costa atlántica) en Barcelona y en la Feria del Libro en Madrid), y viajamos a México para dos grabaciones. Con el extraordinario Juan Gabriel hicimos un duo de grandísima importancia para su ya editado disco de duetos; y otra compaginándome con la voz eterna de Chavela Vargas para un tributo que espero progrese. También grabé, para mi mayor honor, con José Merce en el estudio de mi entrañable amigo Javier Limón. En el camino, conversamos un proyecto de disco ambicioso con Don Fernando Trueba. Espero que, tiempo al tiempo, pueda concretarse. Algunos episodios culturales vale la pena comentar para un resumen completo del año que despedimos. Después de intentarlo en los lugares correctos y con discos apropiados, renuncié a interesarme mucho por las cuestiones propias del rock retro y el pop alternativo, sin embargo debería destacar discos como Black Messiah, Color & Sound, Pimp a Butterfly y la eterno retorno del Tio Richards. Sin embargo me volqué absolutamente con el Jazz “sonido Van Gelder” en especial con las grabaciones anteriores a Kind of Blue; descubrí mucho y sigo escuchando todos los días un disco distinto en el formato que corresponda. Nos escribimos con Fabian Casas como amigotes desconocidos, y me trajo de regalo su reciente novela Titanes del Coco que por supuesto leí con mucho agrado y placer lector. En mi cuarto viaje a España fui, lo primero que hice, a comprar los Ensayos Bonsai, relatos de César Aira y “Sumisión” de Michel Houllebecq, que se transformo inmediatamente en mi novelista de cabecera durante este año y los próximos meses por lo menos. Para la música, sigo sumergiéndome a diario en las aguas sónicas de Mingus, Monk, Coltrane, Sun Ra, Roland Kirk, Mobley, Dorham, Sonny Rollins, Duke Ellington y ese gran etcétera que es la música jazz del siglo pasado. Mientras tanto leo Plataforma, el cuarto libro del novelista francés … al hilo.
Alejado de los circuitos de las giras, ensayos y grabaciones, tuve tiempo para practicar, lo que llamaremos, una vida “austera y cultural” que consiste en despertar temprano, cebarme un termo de mates, escribir varios renglones, leer del libro, escuchar un par de discos, comprar el periódico y comestibles, cocinar y hacer gimnasia. Una rutina que espero repetir cada día de los siguientes años. Otras construcciones, amistades, descubrimientos, lecturas, sistemas, caminatas, degustaciones, proyectos, ediciones, reuniones y episodios de índoles formaron parte de todo un año de ya casi 365 días, incluyendo también elecciones municipales y generales para todos los gustos. El mundo sigue girando inquisidor, marcha atrás, intolerante y enemistado; a veces con el fuego y la sangre encharcando de horror la historia que vivimos, otras veces desde los sucios rincones digitales donde cualquiera se permite ejercer de pequeño Torquemada firmando cheques de intolerancia que difícilmente pueda pagar a los ojos o con el culo en la mano. Aunque personalmente fue un año formidable de respeto, gran cultura, resurrección, compás amoroso, música a borbotones, proyectos para toda la vida, viajes por el mundo, instalaciones humanas, ganadería y urbanidad, ejercicio y salud; se que también fue un año complicado para el mundo y las personas, no todos los días son días de vino y rosas; todos tenemos nuestras preocupaciones además de las recomendables ilusiones. Espero que en estos días las curvas de la vida nos permitan empezar el año próximo con esperanza y alegrías merecidas”
