Córdoba (primera estación)
Despierto en Cordoba y me preparo mi primera tanda de mate (infusión criolla) … Me quedaron puras buenas sensaciones de anoche en el Orfeo. Creo que el concierto estaba en su punto todo el tiempo. Armamos bien el repertorio y durante las primeras canciones nos sentimos cómodos como en el salón de casa … de una casa amplia con juguetonas alfombras y espacio para tocar cómodos. El público (el respetable) cordobés demostró hondo respeto por la forma que nos brindamos en la primera parada de la gira: Licencia para Cantar, haciendo buen uso de las butacas en donde permanecieron sentados y escuchando el repertorio que elegimos para ofrecer … Sin ahorrar en aplausos que fueron convirtiendo en canto colectivo en el momento justo. Buenas gentes sentadas que se pusieron de pie en el momento justo y compraron cervezas en el momento … justo. Es justo decirlo: gracias Córdoba. Nos estrenamos con algunas canciones de las que no cantamos en el tramo español de esta gira, hace ya unos meses. Escuche muy bien al trío con cantante … Como en el mejor de los escenarios posibles (valiendo estaba la redundancia) nos encontramos despedidos en generosas ovaciones y con un soberano (público) pidiendo “una mas” con énfasis y deseo. Creo que va a gustar en las rutas argentinas esta proposición de concierto sentados y escuchando un repertorio (que ejecutamos con humildad y respeto por el repertorio y también por las gentes que nos vienen a ver) que no siempre invita a cantar pero siempre se ofrece a ser escuchado. Yo me encontré cantando bien en un segmento que hay que cantar bien por los santos cojones de la música … Y el trío de licenciados estaba en forma … tocando con alegría y virtud. Anoche terminamos arropados por el profundo calor (y el canto plural) de los cordobeses -y aquellos llegados de sus respectivos lugares de origen- pero mientras tanto ofrecimos nuestra lectura de música de raíces argentinas en una variopinto guiño al que es nuestro cancionero eterno: folklórico, tanguero, bolerista y popular … Recién entonces nos arrancamos con cosas (quizás mas) apreciadas de mi propio repertorio que encontraron eco en el fervor de los ayer presentes … Fue una primera estación del recorrido de una gira que nos va a llevar hasta México antes de depositarnos nuevamente en territorio comanche (argentino) para una serie de teatros … y una muy buena forma de empezar que siempre hay que agradecer a las gentes que llenaron la capacidad que ofreció el Orfeo permitiendo las dosis justas de intimidad y celebración portátil que es nuestra característica. Lo dicho: Gracias siempre. Mis sensaciones: muy buenas todas.