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El tiempo que duran dos tardes le alcanzó a Andrés Calamaro para concluir el más desnudo de sus proyectos solistas, las Romaphonic Sessions, un álbum con su voz y el piano de Germán Wiedemer que en la noche de mañana domingo pondrá a consideración del público salteño en el Teatro Provincial. Allí lo acompañarán además Antonio Miguel en contrabajo y el cordobés Martín Bruhn en percusión, un trío acústico que lo sintonizan en lo que el Salmón define como “una reencarnación artística diferente”.

En una entrevista exclusiva para LA GACETA, que responde vía e-mail, Calamaro cuenta las intenciones y los riesgos detrás del formato de la gira “Licencia para cantar”, describe la intimidad que se propone en el encuentro y recuenta las marcas que el paso del tiempo le fue dejando en las elecciones personales, entre ellas, la de abandonar las redes sociales y madurar ciertos desapegos a la exposición.

-¿Qué aspectos tuyos aparecen en este formato acústico que no están en tus conciertos eléctricos?

-Es otra estética musical y vocal, me encuentro en una reencarnación artística diferente, hacia un mayor rango como cantante y dentro de un grupo musical de cualidades diferentes, compás y aires de bolero con notas de jazz… también otros colores en el repertorio. Somos un trío con cantante, generosos con las intenciones musicales. No hay mayor despliegue escénico que una cierta intimidad que ofrecemos con respeto y humildad.

-¿Qué buscaste en los músicos elegidos para acompañarte?

-Sencillamente son tres músicos extraordinarios, más que completos. Es un condimento fundamental del concierto: la cualidad de mis compañeros. El swing de Martin, la sobria perfección en el contrabajo de Antonio y el virtuosismo de Germán en piano… Son versátiles aún “atados” a una cierta cuerda de bolero, tocamos los palos del tango, el folklore argentino, el bolero, la ranchera y mis propias canciones que no desentonan.

-¿Te modificaste o se modificó tu manera de interpretar con la compañía de este trío?

-Sin dudas. Es una interpretación exigente que me permite disfrutar con mayor responsabilidad. Cantar los tangos es algo que hay que hacer bien. Otro tanto con mis propias canciones que están “vestidas” de otra forma y tengo que templarlas.

-Los que han vivido algún tiempo dicen que algunas canciones, como algunos tangos, se disfrutan mejor con los años ¿te ha pasado con tu propio repertorio y con el que elegís versionar en este momento de tu historia?

-El tango es un tesoro cultural. Es un cancionero muy interesante que se puede (y se debería) disfrutar. Es posible que un pequeño porcentaje del público esté esperando sus canciones preferidas o una descarga de rock, pero lo que llegamos para ofrecer esta vez es muy claro… Digamos que es como compartir una noche de mayor intimidad, como sentarse en una misma habitación para escuchar canciones.

-¿Por qué decidiste dejar las redes sociales y qué cambió desde entonces en tu vida, en lo cotidiano y lo profundo?

-No creo que haya que compartirlo todo… No tiene mucho sentido vivir publicando los instantes que son nuestros. “Vivir para contarlo” es otra cosa… Ya no me encuentro cómodo pendiente de publicitar cada cosa que estoy viendo o leyendo, un hombre tiene que saber guardar secretos para ser alguien de confianza… Una vida más discreta y menos solitaria, usando menos el teléfono, con relaciones verdaderas, tiempo para leer y hacer la vida propia. Son registros cotidianos y profundos.

-¿Reconocés en vos los cambios que trae el tiempo, qué dirías que te hizo como hombre y como artista?

-Soy un hombre de mi tiempo… No me molestan las carreras de galgos, ni la caza mayor, ni una carnicería o pescadería… Soy un carnívoro nacido en el siglo 20. Fui educado en el feminismo y el ateísmo. Creo que la “corrección política” permite a cualquiera dar un discurso moral que no siempre le corresponde, ahora cualquiera levanta la voz indignado para condenar gestos condenables, pero también costumbres asentadas y culturales. El tiempo me está mejorando, pero no va ser así para siempre, cualquiera lo sabe.

-¿Qué estás leyendo, escuchando, mirando en cine o televisión por estos días?

-Estoy leyendo Emanuelle Carrere… Veo buenos comediantes gringos haciendo monólogos o tomando café en automóviles. También un poco de televisión normal pero poco… Escucho discos y música en las plataformas de música a la carta.