Inherent Anderson
Hace unos días vimos Inherent Vice, filme del siempre profundo (interesante y ambicioso, incluso genial) Thomas Anderson (si quieren jugamos al Anderson bueno, pero Tennebauns me gusto a rabiar) … Imposible no sentirse identificado con Doc Phoenix (máxime viendo este Chinatown caleidoscópico), un Marlowe Freak Brother que (porque no) hubiera interpretado Bogart en su tiempo (aunque el óscar al yonqui lo gano Sinatra con el brazo de oro), lejano y cercano. Hasta me reconcilie con ese coctel difícil de tragar que es The Master : un dueto de un hubbardiano Seymour y un inexplicable Joaquim insoportable y pajero … Habrá quien diga (no me corresponde) que este filme (basado en la novela de Pynchon) es el Birdman “bueno” … A propósito de lo cual les confieso que cuando Riggan Thompson interpela a la mujer que decidió destruir una reputación que parece difícil de remontar, me sentí identificado con todo el dialogo … Soy Birdman, tanto es así que ni me molesto en ponerle acentos (algunos si) al texto (que compartimos) … no soy erudito, progrese gracias al éxito popular, etc … También influye que volví de Colombia roto … viajamos con escala en Santiago, probamos sonido con calor y tocamos con frio … Volvimos en un avión helado (con escala en Santiago) … Estoy en mi semana de gripe y no tengo mi echinacea ni mis cuatro gramos de vitamina C … Ahora voy a publicar un libro, después de dos años de dudas y marcha-atrás-adelante … No puedo sostener que sea parte de la literatura, además incluyo algunos textos que podrían resultar en urticaria para distintos sectores puritanos de nuestra sociedad virtual … Ni se de que estamos hablando y no estamos hablando … Mi edad media ?
Tanto va el cántaro a la fuente que al final me rompo.