Puesta a punto
Hace dos años (aproximadamente) publicamos el álbum “Bohemio” que seria premiado -por su excelencia- con los premios Latin Grammy (en Las Vegas) y el Gardel (en Buenos Aires). Realizamos artísticos videos musicales con Leo Damario; inspirados por nuestra sociedad musical/visual, apostamos por una “patriada” artística: Un largometraje, una lectura lisérgica, un paralelo con la vida, una profunda ilustración del disco y su “Behind the scenes”. Bohemia se publico en una edición especial de CD+DVD, fue estrenada en la Cineteca de Coyoacán (México) en un ciclo de cine de autor y respondiendo a la exigencia del circuito de especialistas en el cine. Cuando publicamos Bohemio (el álbum) ya habíamos girado por Argentina y LATAM; partiendo de la grabación del álbum ofrecimos 62 conciertos, incluyendo algunos importantes festivales. No sumamos fechas por sumar nomas. Cada concierto fue una apuesta artística y económica, alquilamos un avión para volar por nuestro país, las mejores pantallas LED para ofrecer imágenes de creación y también primeros planos de la banda en acción; siempre ofrecimos idéntica calidad de sonido, producción, imagen y luces. Grabamos el tramo americano de la gira para la elaborada producción de “Pura Sangre”, un DVD LIVE de larga duración que comprende, además de canciones interpretadas en el Hipódromo de Palermo, otros registros provinciales y panamericanos. Le dimos una “vuelta de tuerca” a la propuesta de DRO (incluir un CD de audio) y elegimos un interesante número de audios inéditos para que el bonus CD sea distinto, ofreciendo otras versiones aunque con una estructura ligeramente similar a la del DVD en si mismo. Giramos en España por dos meses, en donde registramos los contenidos del LIVE ALBUM “Jamón del Medio”, un doble LP grabado en cuatro ciudades españolas, que incluye nuestra bandera instrumental, que da nombre al disco. Antes habíamos publicado un EP para el Record Store Day en España. Asimismo, respondiendo al “baby boom” de los discos de vinilo, reeditamos Sin Documentos (Rodríguez) y El Cantante. Alta Suciedad acaba de reeditarse en 180 gramos. Todos los discos (de plástico no tan fino) incluyen el CD de audio, en el caso de Sin Documentos, la versión en CD es una edición de lujo acompañada por un extra en directo (inédito) grabado en Las Ventas hace una veintena de años. Este año publicamos “Hijos del Pueblo” que comprende los mano-a-mano con Enrique Bunbury, el registro de la ultima gira del año pasado, de punta a punta en México. Puedo presumir también de cantar en Montevideo con Hugo Fattoruso, en el Vive Latino con Los Tigres del Norte, y de grabación con Ramón Ayala. A principios de el corriente año termine de escribir y corregir el libro “Paracaídas y Vueltas” 300 paginas de textos por si -después de semejante campaña- quedaba alguna duda sobre la capacidad de mis dedos para seguir escribiendo. Doble desafío en los tiempos de la internet medieval: Un largometraje lleno de simbología y lenguajes de cine de vanguardia, y trescientas paginas para leer sin mirar en el teléfono galáctico. Este año nos presentamos como figuras centrales del festival de Cosquín, en Argentina; y el Estereo Picnic, en Bogotá. En Julio vamos como secundarios a San Sebastián para abrir el concierto de Bob Dylan. Soy un aficionado taurino no tradicional, viví en Argentina hasta los 29 años (los treinta los cumplí en Madrid). Argentina nunca fue un país líder en la lucha por la abolición de la tauromaquia porque esta lucha no existía. En la distancia, se toleraba perfectamente a la tauromaquia, hubo mayor cercanía en los años de “El Cordobés” , se estrenaron sus películas y se veían algunas de sus faenas, sus lidias. Como en todo el mundo, los artistas y los intelectuales son tolerantes con la tauromaquia, también conocida como “La Fiesta”. Se entiende que los intelectuales tomen como ejemplo a Ernst Hemingway, José Bergamín o Federico García Lorca. Eso además del carácter propio del intelectual o artista, que defiende la tolerancia y la diversidad como parte de su ética moral. La libertad. Lo bien que hacen. Me sorprende la agresión virtual de los defensores de animales por dos motivos: Las urgencias del mundo aconsejan no enfocar en una actividad que cobra la vida de una cantidad ínfima de animales comparada, solo por citar un ejemplo, con la cantidad de muertos humanos por falta de comida (hambre), agua corriente (extrema pobreza) y enfermedades que podrían curarse (desigualdad social). Culturalmente comemos animales, y “artísticamente” también: la prueba de ello es el auge de la gastronomía. Nunca como ahora, los cocineros fueron tan prestigiosos, y esto seguramente se deba a la revolución en las cocinas de Donosti y Catalunya, dos regiones no completamente taurinas aunque muy volcadas a la ingesta placentera y cultural de alimentos -de origen animal- procesados. Corriente el complicado siglo veinte, nadie se molesto en discutir la “verdad artística” del cubismo de Pablo Picasso o el free jazz de Ornette Coleman. Cuando el arte no se entiende, no se discute “si es arte o no” por una sencilla razón (o dos): La tolerancia y la libertad. Lógicamente, los mínimos de respeto que impone aquello que no entendemos. A finales del siglo veinte, fuimos advertidos por los intelectuales: Un nuevo puritanismo asomaba, la discriminación positiva inquisitorial, un nuevo signo para la demagogia (o los mismos de siempre, la demagogia es demagogia y esta construida sobre una base de falacias o mentiras repetidas hasta el cansancio). Juan Millas lo define como “El fundamentalismo de la moderación” muy oportunamente. Ciegos y sordos para los gritos de hambre, de victimas en la guerra, de niñas secuestradas para la esclavitud sexual; reclaman justicia para ballenas o toros, estos últimos ni siquiera en peligro se extinción. Como si fuera posible comparar la tragedia humana con el destino del toro de lidia. Como bien sabemos, el toro de lidia tiene una naturaleza silvestre poderosa, potencialmente embiste. Aun así, solo el 5% va a terminar sus días (cuatro años son muchos días para el ganado comestible) en el coso taurino; para tranquilidad de aquellos mas afectados por la suerte de los toros (que por los miles de personas que mueren por día sufriendo terror, dolor, injusticia, torturas y hambre) … Si existiera una minoría tan sensible, capaz de ignorar el dolor de las personas a favor de una defensa irracional de la igualdad animal (eso merece comillas), deberían considerar que el 95% de la ganadería de lidias, termina en los mataderos. Desde todo punto de vista, enfocar las energías agresivas de la conciencia, en la desaparición de una practica (arte o no) que ni se molestaron en entender, es un gravisimo pecado de omisión. No existen intelectuales contrastados que se opongan firmemente a la tauromaquia, es el debate el que preocupa a los estudiosos por el contraataque de la censura, la agresión en nombre de “mayor humanidad”, y el despilfarro ético que presenciamos todos los días. Ni el papa de Roma condena la existencia de la tauromaquia, si es que eso importa. Hay mucho mas para decir. Lo importante es ofrecerse a entender y percibir lo que el arte ofrece. O la tradición o la costumbre o la liturgia. “La costumbre del aire” diría Leopoldo Marechal. Lo extraño de los animalistas radicales, además del contraste que resulta en asistir impávidos a la injusticias ya mencionadas, es su querencia a la falta total de información. Informaciones que les permitirían discutir con autoridad la existencia de la lidia, o bien saber de que se trata aquello que están discutiendo mediante insultos y demagogia (bien formada por una constante permanente de falacias preparadas para captar adolescentes embutidos en internet). Quizás les preocupe poro informarse, pero lo mas probable sea: que resulta mas cómodo no leer libros e informarse con esas fotos (con texto) que proliferan en internet y sirven para ilustrar los lugares mas comunes. No se como se llaman. Slogans publicitarios para evitar la lectura de libros, periódicos, escuchar a los que saben, incluso molestarse en ver de que se trata. Sabemos de sobra que la repetición en el estudio y en la percepción del arte o la ciencia, es imprescindible para entender y saber. Contrasta con la reacciones siempre desmedidas de esta “cruzada adolescente” que no hace mas que ofender a aquellos realmente preocupados por los destinos del mundo y sus habitantes. En su furia, algunos “canibalistas” (defensores insensatos de los animales) intentan ofenderme en lo personal y en lo musical. No hacen mas que enterrarse en sus modales inquisidores y medievales. La mala educación y la falta-de-respeto no hacen sino echar por tierra cualquier razón, incluso equivocada.