Riggan y Fernando: Tertulias
Riggan y Fernando: Tertulias
RR: Habrá que elegir en que realidad embutirse, cual creerse. A cual de ellas darle importancia, si es que alguna vale la pena.
FCH: Seguro que encontramos alguna que valga la pena. Apuesto por la aventura de vivir, desayunarse con cimarrones y música, intercambiar pensamientos dignos de reunirse en cordial tertulia y darle al cuerpo lo que merece.
RR: “Love is all you need”.
FCH: Di que si!
RR: No confió en la actualidad según la presentan los periódicos y la televisión; “a mi pesar” no consigo apasionarme con el show de la realidad en Argentina. Desde mi tribuna veo que todos reaccionan de igual forma a estímulos deportivos, políticos o televidentes. Una cascara!
FCH: Entiendo. A pesar de la polarización sentimos que no existen verdaderas opciones. Ni siquiera dos.
RR: Algo así. Entiendo, y en varios puntos comparto, la opción de “oponerse a todo”, pero también debo oponerme a la oposición como sistema, y supongo que a muchos mas le ocurre lo mismo.
FCH: Instancia que hay que considerar preocupante en un año electoral.
RR: Expaña también “nos preocupa”, pero tiene cualidades metafísicas interesantes, sin dejar de ser delicadas. Acostumbrados a que nada cambie realmente, hay que aceptar que estamos frente a posibles cambios o nuevos colores en el mapa de la realidad. En algunos casos a nuestro pesar.
FCH: No se puede negar que vivimos bien durante algunos compases de los últimos 25 años, y esto podría conjugarse en clave argentina si consideramos también los periodos cortos.
RR: Los “estados alterados” por una reivindicación permanente responden a los efectos de la crisis económica, pero van hacia extremos de lo que podría incluso considerar un peligroso callejón sin salida.
FCH: Dejarlo todo como esta se presenta complicado, pero los cambios son incluso mas preocupantes.
RR: Aun corriendo el riesgo de ser tildados de reaccionarios, tengo que decir que si.
FCH: Bueno, aquí somos solamente dos, y entiendo perfectamente tu forma de percibir el desopilante relato estatal, entre la secesión, la inquisición, el bestialismo, la republica … el posmodernismo “bajo en calorías”, que se convirtió en el eje de muchas de nuestras tertulias.
RR: Si no nos ajustamos a un intercambio de opiniones y conceptos musicales, diría que si. Incluso te quedaste corto en el resumen de tendencias.
FCH: ¿Adoptamos los colores acústicos del estreno de Keith Richards, “Goodnight Irene” incluido?
RR: Ciertamente. Muy en su línea.
FCH: ¿Hace bien “El Licenciado” en mantenerse ajeno a la realidad del estado, la burbujeante política, la manipulación animalista y la edad media digital que opina sobre todo pero con una desopilante furia?
RR: Hace bien. Nosotros nos sentimos igualmente ajenos a parte de nuestra realidad bilingüe.
FCH: Cuando demasiada gente dice pensar lo mismo es que nadie esta pensando realmente en nada.
RR: Sirve la frase. Pero en otro escenario todos están de acuerdo en discutir cualquier cosa. Furiosamente.
FCH: Cierto. Tanta gente esta tan convencida de querer arreglar las cosas, que parece imposible que no terminen por arruinarlo todo. Del todo.
RR: El contraste de la realidad con otras realidades, por ejemplo la dolorosa realidad virtual, es acentuado. Mas que nunca.
FCH: Y a todo esto, nos declaramos aislados de la critica y la practica periodística.
RR: Absolutamente, o en la gran mayoría de los casos.
FCH: En algunos casos, el arte esta intacto a pesar del viento en contra y de la tormenta virtual.
RR: Sigue su marcha, a pesar de las heridas y los infantiles ataques virtuales que son permanentes, como una plaga de mosquitos.
FCH: La temporada europea esta terminando con fuerza heroica y artistica, con triunfos y con ganas de reivindicarse en un mundo extraño.
RR: La música, en cambio, sigue lastimada. Pero ciertos sectores parecen conformes, como si hubieran esperado este momento para erguirse sobre las cenizas de un rock orgulloso que les ofendía.
FCH: Les queda el beneficio de ofender por omisión o comportarse como dueños de un miserable gallinero. Sin muchos huevos.
RR: De lo demás se encarga la energía de los esclavos.