Cierran un capitulo!

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Cierran un capitulo!

Riggan y Fernando cierran un capìtulo

RR: Me preocupa pero me aburre soberanamente la eterna discusión en loop con los radicales del animalismo, siempre argumentando lo mismo y agitando conceptos dignos de las juventudes alemanas en los años treinta, en cuanto se queden repitiendo la excusa infantil absolutamente irresponsable del asesinato y la tortura, y sigan “llenos de verdad” sin haber visto jamás una corrida de toros, corren el serio riesgo de retroalimentarse hasta obsesionarse y violentarse en una razón moral que no sobrevive fuera del ámbito virtual. Viven en Disney , interrumpieron la cultura del razonamiento -y el razonamiento de la cultura- para esgrimirse en una razón que es violenta, equivocada y esta construida en base a falacias que los emparenta, mucho mas de lo que ellos pueden imaginar, con el KKK .
FCH: Caramba. Yo estaba viendo un poco de tele chatarra y quede francamente anonadado con el estado de los sub treinta en Disney. Lejos de romper el cascaron, siguen en un eterno huevo, presentan un arco iris de patologías materno filiales que haría palidecer a Segismundo Freud. En el mejor de los casos cursan carreras universitarias humanistas que no hacen mas que convertirles en petulantes mensajeros de una verdad sectaria, intolerante y reaccionaria aun en su progresismo tardío.
RR: No debería extrañarnos que en su cruzada moralista terminen siendo crueles porque ya son conceptualmente violentos y cerrados, están aislados de la realidad, enfrentados, viviendo en una permanente niñez genital, y sus preocupaciones humanitarias son rabiosamente intolerantes, cerradas y pobres de argumentos que no sean los mismos que repiten todos y todo el tiempo.
FCH: Si no lo hubiera visto no lo creía, en la televisión llevaban tres jóvenes (de Disney del Sur y Disney del Norte) a convivir en una isla paradisiaca, empelotados a competir por el amor de una muchacha desnuda llegada de las tierras altas del nordeste. El grado de tontería que traían los micro penes no se podía creer, es que apenas si podían balbucear. Además estaban completamente depilados.
RR: En que mundo vivimos, caramba.
FCH: Se esta librando una batalla moralista, chiquillos enquistados una serie de supuestos valores totalmente obtusos. La primera vez puede resultar exagerado pero bien intencionado (o superficial e insoportable) pero con el tiempo y la constante repetición, la seguridad en el error, la insistencia con los argumentos huecos y mil veces repetidos, sospechamos un masivo lavaje de cerebros, en los efectos de una demagogia orquestada que recuerda a los peores estallidos europeos del siglo veinte.
RR: Cerremos hoy mismo este capitulo y sigamos pensando que es bonito pertenecer a una minoría.
FCH: Ole!
RR: Caramba.