Soy el hambre
Soy el hambre y este año voy a asesinar a diez millones de niños con la ayuda de mis cómplices: Las enfermedades derivadas (del hambre) y el capitalismo perverso que permite un mundo de desigualdades radicales. Se que los ciudadanos de a pié tienen sus preocupaciones diarias y muchas veces se olvidan de mi permanente asesinato (soy el hambre), también están atareados demostrando ser buenas personas, adoptando mascotas en las que van a invertir un dinero que podría salvar vidas. Pero no es la distribución monetaria lo que me llama ahora la atención. Es frecuente encontrar en el Facebook fotos de mascotas dulces, algunas recién llegadas a un hogar necesitado de cariño: darlo y recibirlo. A mi me gustan muchos los perros, siento la misma ternura que cualquiera, jamás los maltrato, los respeto y los puedo tratar como a personas. Pero soy el hambre y es posible que muchos se defiendan de mi comiendo un perro o un gato rosarino. Aceptamos la ingesta de animales muertos pero no resulta ni mucho menos suficiente cuando yo (el hambre) dispongo de mi campaña de asesinato de inocentes. Soy el hambre y me río a carcajadas porque las almas nobles me permiten trabajar día y noche mientras juegan a preocuparse por la suerte de un elefante (discrepo con la masacre de elefantes porque el marfil es una mafia y no alimenta a nadie) o de seis toros que van a terminar en la parrilla de idéntica forma en que terminan los millones de animales que serán sacrificados hoy: Cerdos, peces, animales aptos para el laboratorio, toros y vacas (etcétera que incluye langostas hervidas vivas a precio de oro) … Quizás quede alguien pensando que su milanesa (o churrasco) pertenece al genero femenino, que los toros son seres benditos por el perdón del matadero: Pues no … Ofrecemos fotos del descuartizamiento y aplaudimos al asador. Respeto a los que se juegan la vida en algo … Porque mis víctimas son inocentes que no saben como defenderse del destino que les espera hoy, mañana o pasado mañana. Soy el hambre : El asesinato.