Santiago de Chile!
Inspiración y eficacia
Grande y gracias, son dos palabras que merecen pronunciarse esta noche, la de Santiago de Chile … Acabo de llegar al hotel después de cenar en el Arena con toda la tripulación y abrazarlos a todos con gratitud. Muy importante recital dimos hoy en la Capital del hermano país de este lado de la imponente cordillera. Como un caballo vuelvo solo a mi habitación donde me espera el simbólico terrón de azúcar como recompensa .., casi literalmente. Tocamos para la versión reducida del Movistar Arena que se presento lleno hasta arriba, el público se comportó de forma ejemplar y afectuosa con nosotros y lo que vinimos a ofrecer, quisieron escuchar atentos y respondieron con aplausos sostenidos, no se pobló la platea de teléfonos celulares y casi ni vimos luces del flash de las cámaras telefónicas, atendieron con paciencia e interés mis discursos (palabras para presentar canciones) y los tres capítulos del recital … y cantaron conmigo las últimas canciones con fervor … Besé con sinceridad al querido suelo chileno. Chilenos y argentinos tenemos diferencias pero cosas importantes en común, dos generaciones (y una herencia en forma de venas abiertas) de ciudadanos sufrimos los rigores cruentos de dictaduras y años sanguinarios con pocos tiempo de diferencia en la década del setenta … El mundo recuerda los episodios desgraciados de la hispano America y algunos lo vivimos en carne propia, en algunos casos muy jóvenes para perder la vida militando para las revoluciones que fueron aplastadas por los gobiernos usurpadores del derecho ciudadano. Ahora los argentinos venimos a Chile para comprar televisores, zapatillas o discos como es mi caso … El sábado estuve mirando y comprando música en el Mistral que ofrece el patio para una muy interesante feria del disco (o vinilo, como se dice ahora) … (hoy) Vuelvo con el corazón lleno de buenas sensaciones en el escenario, de compartir la gira con un grupo de formidables compañeros y de recibir el respeto entusiasta del numeroso público de Santiago. El de esta noche fue, probablemente o junto con el primero en Cordoba, el recital con mas público desde que arrancamos hace poco mas de un año con Licencia para Cantar … Los licenciados, entre quienes me incluyo, demostraron (demostramos) porque merecemos licencia para tocar y cantar un repertorio que sigue firme en idénticas canciones desde que empezamos este tramo de la gira en Manizales (en el eje cafetero de Colombia) … Toda la situación imponía respeto. Santiago amaneció para votar políticos y fue una ciudad desierta mientras la selección de futbol de Chile jugaba su honor balompédico en la lejana Rusia contra una imposible Alemania … De noche la historia fue completamente distinta: ganamos todos. Arriba del escenario nos acompañaron puras buenas sensaciones, mérito de todos: De nuestros compañeros siempre atentos y responsables, viviendo el concierto a la par nuestra y del respetable público que, como ya dije, colmó las instalaciones del Arena Chico … Los impecables oficios del Pampa nos ayudaron porque nos escuchamos muy bien y nos sentimos, como suele decirse, como en el salón de casa: perfectamente cómodos y concentrados para tocar inspirados e interpretar con ganas y variedad nuestro repertorio que es de todos. Apenas saludados ofrecimos el primer tercio del recital sin interrupciones entre canción y canción … Fue un tercio intenso y muy musical. desde el primer compas nos encontramos bien a gusto sobre las tablas del Movistar … Antes de cantar el tango me permití conversar con el público, presentar las canciones del primer bloque y anunciar Garúa que fue muy aplaudido … Estrenamos Rock y Juventud, saludamos a Los Abuelos de la Nada en el Himno de mi Corazón, mordimos en vaso en Copa Rota y volamos con Los Aviones antes de sacudirnos el tercer y último tercio de la noche … Un bloque pensado para que la intensidad del concierto trepe hasta el éxtasis colectivo que provoca cantar todos juntos con aquellos que, generosos, pagaron en la puerta para escuchar al cantante y los músicos (que se dejan el alma). En este trayecto final de la gira Licencia Para Cantar me encuentro cantando con confianza y hoy empecé muy bien dentro de mis posibilidades … Besé el escenario con afecto genuino y escupí con disimulo para solventar el transito de sinusitis crónica que sufrimos los varones del signo de Leo, teoría que sostiene la leyenda viva: Guillermo Vilas. Otra vez abrimos fuego con El Cantante que saluda al cantante de cantantes: Hector Lavoe y canté inspirado respetando la partitura, en La Libertad toqué hábilmente la armónica, de ahí en mas traté (creo que con éxito) estar a la altura de mis compañeros en el escenario y del formidable público presente. German, Antonio y Martin, tocaron con precisión extraordinaria y con una variedad que merece los intensos aplauso que reciben individualmente y recibimos en plural, Vuelo e inspiración (habilidades) que mi gente agradeció con júbilo. Positivamente puedo contar que -el de hoy- fue un importante triunfo musical en Santiago, capital de Chile que sabe de música y conoce el rock argentino perfectamente, un público que se sienta a escuchar y al que hay que responderle con calidad y una dosis de canciones que ustedes (mi gente) hicieron memorables … Soy afortunado porque con mi nombre y mis canciones puedo viajar llenando teatros y traerme al hotel tan buenas sensaciones cosechadas en un escenario sembrado de música. Chevere! Gracias Santiago! Próximo estación: Valparaiso.
