El distinto
Hace veinte minutos terminamos de tocar para mi gente de Concepción que fue un público extraordinario y llenaron hasta arriba el teatro. Esta formación de trio nos permite girar de lujo por las regiones de los países hermanos … El de esta noche fue un concierto “distinto”. El distinto. Salimos a interpretar y como corresponde lo hicimos ofreciendo notas nuevas (distintas) con nuestra mayor inspiración. Aquellos que esta noche vinieron se fueron conformes y me consta porque terminamos aplaudidos de pié y con el respetable cantando conmigo el último tercio del concierto que, no tan caprichosamente, dividimos en tres partes explicadas. Un formidable concierto de mis compañeros en el escenario, que dejaron en Concepción mas que oficio y eficacia. Puro lujo musical para el cantante que hace lo que puede, lo que sabe y (también) lo que quiere. Y todo esto se agradece mucho cuando nos llevamos tan buenas sensaciones del escenario de donde salí proyectado directamente a la furgoneta que me deposito, todavía con las sensaciones despiertas, en el hotel desde donde escribo estas lineas de gratitud y alegría por esta pequeña gira por Chile … Esta gran gira por Sudamérica. Nos aplaudieron mucho y nos acompañaron como solo un público que quiere escuchar (porque sabe y porque puede) sabe hacerlo: con silencio oportuno para escuchar y escucharme hablar presentando las canciones, con aplausos profundos que agradecemos siempre y con el formidable canto colectivo cuando es gobierno de las gargantas del soberano que llenó (insisto) un teatro ideal para mostrar lo que tenemos. Nuestro concierto recital, venas abiertas de esta gira con “Licencia para Cantar”. Licencia que también se permitió mi gente cuando anunciamos el último tercio de la noche. El recital distinto fue el de un permanente juego complice entre nosotros y un formidable juego con aquellos que nos acompañaron, y tan bien, esta noche hace apenas minutos, digamos … No sin cierta nostalgia anticipada nos despedimos de Chile sabedores que a esta gira buena le quedan importantes suspiros para llegar al final. Seguí a mi garganta pringosa de vida y arrastré, con mi mayor elegancia posible, la sinusitis crónica que moquea en los interiores de los varones del signo de Leo, siempre según la respetable teoría del gran Guillermo Vilas por quien siento un aprecio inoxidable y cuyas historias siempre escucho con una mezcla de incredulidad, sorpresa y el mayor de los respetos. En San Fermín nos presentamos en Concepción, cuna del rock chileno y tierra castigada por el movimiento de la tierra. Nos vamos con muy buenas sensaciones de Chile: Santiago, Valparaiso y Concepción, que esta noche nos dio licencia para cantar y para tocar …. Ahora bajo a comer con todo el equipo, los que viajan conmigo, los que esperan en los aeropuertos y recorren conmigo esta gira por América … De nuevo gracias a Concepción por ponerle emociones a un recital distinto. Me llaman los tenedores abiertos de América Latina … Chévere! Próxima estación: Montevideo.
