Bulldogs
Creo que Ferran Adriá es el Pablo Picásso de estos dias.
Se me ocurren varios motivos para soltar esta afortunada metafora, algunos academicos y otros instintivos ; creo que la vanguardia es comestible, asi como en otras epocas fecundas eran plasticas reservadas a coleccionistas o los palacios; que la tecnica, la imaginacion y el placer esta en las cocinas de los grandes restaurantes del mundo y dentro de las botellas de vino, sin ser yo un entendido asi lo estimo.
Dice Phillip Starck que no hay, en todas las disciplinas artisticas, una figura de la importancia de Adriá, el genio humilde que recibe en su cocina, el que te transporta a los bosques precordilleranos, a oriente o al fondo del mar …
Que honor ser bienvenido en la legendaria “cala” donde trabajan los creativos de equipo de los bulldog, sus obsesiones creativas, los alquimistas que inventan formas de encapsular los bosques para que estallen aromas “sorpresa” en tu boca, mientras quien correponde se ocupa de tener tu copa siempre con la cantidad justa del caldo elegido.