BARCELONA (sold out evening)
de nuevo en la sweet barceloncha, la de woody allen y loquillo, la que me recibe con sol, la que camino con alegria, la de tantas noches de rock y armonia ; cruzo los huevos para que esta noche nos acompañe la musica en su esplendor.
http://www.youtube.com/watch?v=Wxtmu6Xqo6w&feature=related
Andrés Calamaro compensó a sus fans ocho meses después de su recital en un Razzmatazz sofocante. El Auditori permitió un show de lujo; casi demasiado perfecto para ser real. Una banda imponente, un líder que sabe lo que hace y un repertorio oceánico, pescado en las aguas de la caja antológica Obras incompletas. Más de dos horas de recital y 30 canciones, 14 de las cuales no sonaron en la noche del 3 de septiembre.
Calamaro abrió con La parte de adelante, y la banda se le ajustó con un registro de rock corpulento y clásico. Medios tiempos para rodar la maquinaria (Carnaval de Brasil) y rock’n’roll en su punto justo de inmediatez y melancolía (Mi gin tonic). Un goteo de sorpresas (Donde manda marinero, Media Verónica, Para seguir) y ávidos cánticos populares con Él día de la mujer mundial y Todavía una canción de amor.Cantó a Radio Futura (Veneno en la piel), lanzó un par de guiños tangueros y, a partir de ahí, se creció en una hora de rock para el recuerdo, soltando clásicos (El salmón, Me arde, Alta suciedad) y rescates inesperados (A los ojos, Cuatro jinetes). JORDI B
